Los polisacáridos son carbohidratos complejos
en los cuales decenas, centenas o miles de azúcares simples están unidos por
medio de enlaces glicósidos. Debido a que solo tienen un grupo –OH anomérico libre en el extremo de una cadena
muy larga, los polisacáridos no son azucares reductores y no presentan una
mutarrotación apreciable. La celulosa y el almidón son los dos polisacáridos de
mayor distribución.
Celulosa
La celulosa
consta de varios miles de unidades de D-glucosa enlazadas por uniones
1,4’-β-glicosídicas como las de la celobiosa. Diferentes moléculas de celulosa
interactúan entonces y forman un gran estructura agregada sostenida por enlaces
de hidrogeno.
Figura 28: Celulosa, Imagen Tomada de: (McMurry, J. (2004), p.p. 970)
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En la naturaleza,
la celulosa se emplea principalmente como material estructural para impartir
resistencia y rigidez a las plantas. Por ejemplo, las hojas, los pastos y el
algodón son celulosa, en gran medida. Esta sirve también de materia prima para
la fabricación de acetato de celulosa (conocido como rayón) y nitrato de
celulosa (algodón pólvora). Este último es el ingrediente principal de la
pólvora sin humo, el explosivo usado en los proyectiles de artillería y en las
municiones para armas de fuego. (Figura 29)
Almidón y Glicógeno
Figura 29:Amilosa, Imagen Tomada de: (McMurry, J. (2004), p.p. 970)
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Las papas, el
maíz, y los granos de los cereales contienen grandes cantidades de almidón, un polímero de glucosa en que
las unidades de los monosacáridos están unidas por enlaces 1,4’-α-glicosídicos
como los de la maltosa. El almidón se puede separar en dos fracciones: la amilosa, que es insoluble en agua fría,
y la amilopectina, soluble en agua
fría. La amilosa representa alrededor
del 20% en peso del almidón y esta formada por cientos de moléculas de
glucosa enlazadas con uniones 1,4’-α-glicosídicas. (Figura 29)
La amilopectina
representa el 80% restante del almidón y su estructura es más complicada que la
de la amilosa. A diferencia de la celulosa y la amilosa, que son polímeros
lineales, la amilopectina presenta ramificaciones
1,6’-α-glicosídicas más o menos cada 25 unidades de glucosa. (Figura 30)
Figura 30:Amilopectina, Imagen Tomada de: (McMurry, J. (2004), p.p. 971)
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Las enzimas glicosidasasdigieren el almidón en la
boca y el estómago. Dichas enzimas catalizan la hidrolisis de los enlaces
glicosídicos y liberan las moléculas de glucosa. Como la mayor parte de las
enzimas, las glicosidasas son selectivas en su acción. Sólo hidrolizan los enlaces
α-glicosídicos de almidón y no afectan los enlaces β-glicosídicos de la celulosa. Por tanto, los
seres humanos pueden comer papas y granos, pero no pasto ni hojas.
El glicógeno es un polisacárido que
desempeña la misma función de almacenamiento de energía que tiene el almidón en
las plantas. El organismo transforma en glicógeno los carbohidratos ingeridos
cuya energía no requiere de inmediato, y así los almacena durante mucho tiempo.
Como la amilopectina que se encuentra en el almidón, el glicógeno contiene una
estructura ramificada compleja con enlaces 1,4’ y 1,6’. Las moléculas de
glicógeno son más grandes que las de la amilopectina (hasta 100.000 unidades de
glucosa) y tiene aún más ramificaciones. (Figura 31)
Figura 31:Glicogeno, Imagen Tomada de: (McMurry, J. (2004), p.p. 971)
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